Política exterior turquesa en La Tercera

¿Qué es la “diplomacia turquesa”? El eje de la política exterior del programa de Gabriel Boric

Boric apostará por una política externa promotora del multilateralismo, emprendedora, feminista y “turquesa”. La protección del medioambiente terrestre y de los ecosistemas marinos que comprometió a la cartera de Exterior durante el segundo gobierno de Bachelet también será liderado desde marzo por la nueva canciller, Antonia Urrejola.

Por Esperanza Navarrete

Democracia, derechos humanos, feminismo y “turquesa”. El primer tuit de Antonia Urrejola como nueva ministra del Exterior del gobierno de Gabriel Boric, publicado durante la noche de la presentación del gabinete, adelantaba lo que serían los pilares de la labor que iniciará en marzo. Pero poco se sabe sobre el último hashtag que dejó la abogada y que también está presente en el programa del presidente electo.

La política exterior turquesa, como está planteada en el programa de Boric, busca relevar el compromiso de Chile con el combate a la crisis climática desde una perspectiva multidimensional, que incluye tanto los componentes tradicionales de la protección al medioambiente terrestre, como la protección de los ecosistemas marinos.

El término tiene que ver con un simbolismo colométrico: el verde representa el territorio físico y el azul el océano, dando como resultado el color turquesa, que representaría la preocupación por ambos aspectos.

Originalmente el concepto fue planteado en el libro Nuevas Voces de Política Exterior, editado por Cristóbal Bywaters, Daniela Sepúlveda y Andrés Villar, junto a la colaboración de otros expertos en algunos capítulos. Fue publicado en abril del 2021 y fue presentado por la expresidenta Michelle Bachelet, el excanciller Juan Gabriel Valdés y el economista Noam Titelman, en un evento virtual que reunió a más de 500 personas que se inscribieron para participar en el lanzamiento de este trabajo que propone una “política exterior progresista”.

La diplomacia “turquesa” fue conceptualizada particularmente por el cientista político especializado en Relaciones Internacionales y coautor del libro, Cristóbal Bywaters, quien comenta a La Tercera que fue el excanciller Heraldo Muñoz quien fue el pionero en cumplir labores en torno a la noción.

“El concepto viene del libro, pero la iniciativa de Chile en temas de océano viene desde antes, no es una idea original. Heraldo Muñoz, durante el segundo gobierno de Bachelet, fue muy importante en posicionar a Chile en el cuidado de los océanos. En un contexto en el que estaba haciéndose cada vez más presente la cuestión de la crisis climática, emergió como una oportunidad súper interesante para encontrar espacios de cooperación con otros actores internacionales, en un ámbito en el que no se le había prestado mucha atención antes”, señala Bywaters.

En ese mismo sentido, el exministro de la cartera de Exterior Juan Gabriel Valdés agrega que Muñoz “fue una figura muy destacada en el mundo como una persona que desarrolló actividades y participó en eventos de mucha importancia en Estados Unidos y Naciones Unidas sobre la protección de los océanos, que es una cuestión de cada día mayor importancia en el contexto en el que estamos”.

El liderazgo de Heraldo Muñoz en cuanto a la diplomacia turquesa se reflejó en el rol que tuvo Chile en la negociación del Acuerdo de Escazú, del cual Chile no es parte aun por no adherir inicialmente, pese a haber sido líderes en la negociación. También destacó por la iniciativa Nuestro Océano que fue impulsada durante el segundo gobierno de Bachelet.

En el mandato de Sebastián Piñera se continuaron iniciativas y elementos de esta política, pero no tuvieron tanta relevancia o protagonismo como sí lo tuvieron con Bachelet. “Se mantuvieron ciertas estructuras de trabajo en la Cancillería, pero no hubo una visibilidad de esa naturaleza. Tocó Trump en Estados Unidos y él no tiene ninguna preocupación por el medioambiente, por lo tanto, era imposible que sin un liderazgo como el que se dio en la época de Obama, se diera una situación igual”, afirma Juan Gabriel Valdés.

“Son fenómenos multilaterales y, por lo tanto, Chile puede tener mucha actividad, pero naturalmente lo multilateral siempre tiene una dependencia de las grandes potencias. Eso se expresa de manera muy clara en Naciones Unidas en el Consejo de Seguridad, donde hay países que tienen una capacidad mayor que otros porque son más poderosos. Debemos dirigirnos a la responsabilidad que tienen las grandes potencias, porque tienen más capacidad financiera para operar que otros”, agrega el excanciller.

El concepto, luego, también fue parte del programa de laexcandidata presidencial Paula Narváez. “Cuando Paula perdió, dijo que dejaba a disposición de todo el país el programa. Y yo me alegro muchísimo de que haya tanta coincidencia entre ese programas y el programa de Boric. En el programa de Yasna Provoste, por ejemplo, no estaba presente la diplomacia turquesa”, dice Paulina Astroza, encargada programática del área Internacional de Paula Narváez.

“La política exterior lo que debe hacer es mantener aquellos principios tradicionales de la política exterior, porque esos no han terminado, pero además agregarle aquellos principios que han surgido de los cambios a las relaciones internacionales. Y dentro de eso, el cambio climático tiene que estar como uno de los factores que determinen esta nueva política exterior del Estado”, añade la abogada.

Quien también valoró la incorporación de este concepto en la política exterior del programa de Boric fue el exministro Juan Gabriel Valdés, ya que sería “una demostración de la preocupación real que siente el presidente Boric y su gobierno con los temas del medioambiente, no solo referidos a nuestro territorio y a los de la región, sino que también a los espacios marítimos que son fundamentales para que realmente esta política sea eficaz”.

Finalmente, quien acuñó este concepto en su libro, Cristóbal Bywaters, prevé que, en vista de su programa de gobierno, el cambio climático será un aspecto relevante en la política exterior de Gabriel Boric.

“Que la nueva ministra haya puesto en su primer tuit el hashtag “turquesa” da cuenta de eso, y ya está incorporado también el tema medioambiental. No solo en el programa de política exterior del gobierno, sino que de manera transversal en el gobierno, entonces yo esperaría que tuviera un lugar bastante relevante durante los próximos meses”, dice el cientista político.

Publicado en La Tercera (26/01/2022)

Conferencia Senador José Miguel Insulza sobre política exterior

Hoy tuve el agrado de comentar la conferemcia Desafíos domésticos, regionales y globales de la política exterior chilena, dictada por el Senador José Miguel Insulza.

El Senador Insulza ha sido Ministro de Relaciones Exteriores y Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA). En la actualidad, se desempeña como Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República de Chile.

El evento tuvo lugar en el Aula Magna de la Universidad Alberto Hurtado, como una iniciativa conjunta de los cursos Teoría y práctica de la inserción internacional de Chile y Políticas exteriores comparadas, y con el apoyo del Programa Interdisciplinario de Relaciones internacionales para América Latina (PROIAL).

La conferencia fue también comentada por la Directora de la carrera Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Shirley Götz B.

Ésta fue la primera actividad del Ciclo de Conferencias de Política Exterior 2019 del Departamento de Política y Gobierno.

Participación en workshop sobre agencia de estados pequeños

El día de hoy se llevó a cabo el workshop «The Entrepreneurial Power of States» en el Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

El taller contó con la participación especial del profesor Andrew F. Cooper (www.andrewfcooper.com) de la Universidad de Waterloo (Canadá).

Mi presentación llevó por título Small state status seeking from the Global South y expuso los argumentos centrales de mi proyecto de investigación doctoral.

Participaron también como expositores los académicos Jaime Baeza, Nicole Jenne y Carsten Schulz.

El taller tuvo lugar en el marco del Proyecto FONDECYT N° 11170185 y fue coordinado por Carsten Schulz (PUC).

III Encuentro de Egresados con Estudiantes de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

El Encuentro de Egresados con Estudiantes es una instancia que se ha hecho cada semestre entre estudiantes con egresados que se invita por parte del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales que se efectuó el 16 de noviembre en la UAH.

En esta ocasión, se invitó a Lorena Ferreira, quien es Coordinadora de la Unidad de Redes Transdisciplinaria de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile y a Cristóbal Bywaters, que trabaja de Analista en la División de Planes y Políticas de la Subsecretaría de Defensa.

Publicado en Política y Gobierno (UAH) (16/11/2016). https://bit.ly/2C18OyN

Resultado del IV Concurso de Investigadores Jóvenes 2013

El concurso de investigadores jóvenes, que organiza la Facultad de Ciencias Sociales ya tiene la lista de ganadores. Este año se presentaron 6 proyectos, de los cuales cuatro quedaron seleccionados y corresponden a estudiantes de las carreras de Antropología, Ciencia Política y Sociología.

El objetivo del concurso es apoyar a los estudiantes en su formación como investigadores. Los proyectos seleccionados son:

Primer lugar: “El consenso en torno a la política exterior chilena. Una aproximación desde la Teoría Fundamentada”. Cristóbal Bywaters, Owana Chiang, Maximiliano Prieto.
Profesor guía Shirley Götz.

Segundo lugar: “Nacionalización del sistema de partidos chilenos, 1989-2013”. Daniela Novoa, Sebastián Rivera, Victor Díaz.
Profesor guía, Fabián Pressacco.

Tercer lugar: “El rol de la inserción laboral femenina en áreas estratégicas de la producción en Chile: el caso de la empresa CODELCO”. Paulina Rojas, Catalina Jiménez, Raúl Troncoso del Rio.
Profesor guía, Nicolás Angelcos.

Cuarto lugar: “Reconstruyendo el fenómeno lúdico: un acercamiento histórico experiencial”. Luis Clavería, Madie Padilla, Camilo Vera. Profesor guía, Nicólas Angelcos.

Publicado en Facultad de Ciencias Sociales UAH (06/08/2013). https://bit.ly/2F6LEao

[2013] Cuando Chile dijo “No” a Estados Unidos

Son poco frecuentes los asuntos de política internacional que han logrado captar la atención de la opinión pública chilena desde el retorno a la democracia. En las últimas semanas fuimos testigos de la expectación generada por la fase oral del diferendo en La Haya, tal como lo fuera a inicios de los noventa el caso Honecker o a fines de la misma década la detención de Augusto Pinochet en Londres.

Por estos días se cumplirán 10 años desde que Chile tomara asiento por cuarta vez en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Durante las semanas posteriores se desarrollaría uno de los sucesos más relevantes y, a la vez, menos estudiados de la trayectoria de la política exterior chilena contemporánea. El país se vio inmerso en el debate que precedió a la invasión estadounidense (y de unos pocos más) a Irak; uno de los momentos más críticos de la política internacional en lo que va del siglo.

Pocas semanas antes de que Irak reemplazara temporalmente a los efectos del caso MOP-Gate como centro de la agenda política nacional, la Cancillería había finalizado con éxito las negociaciones del tratado de libre comercio con Estados Unidos, dejando atrás las frustraciones producidas por dos rondas fallidas en un lapso de diez años. Por distintos canales, la diplomacia washingtoniana hizo saber al gobierno de Ricardo Lagos que una postura desfavorable a los intereses estadounidenses en el Consejo de Seguridad pondría en riesgo el camino que aún le faltaba recorrer al tratado para su ratificación.

Contrariamente a las expectativas que podría generar un país que se describe a sí mismo como pequeño y distante, Chile desempeñó un papel destacado en las negociaciones en el Consejo de Seguridad. La gran polarización entre los miembros permanentes y su incapacidad para alcanzar consensos hizo que los rotativos –en su mayoría, países pequeños y medianos- por momentos tomaran las riendas de un debate que conducía a una guerra que, por el voluntarismo estadounidense, resultaba inevitable. En efecto, Estados Unidos iría a la guerra con o sin el apoyo de Naciones Unidas y así se lo había hecho saber a las autoridades chilenas.

Las conversaciones del más alto nivel diplomático no cesaron entre enero y el 17 de marzo, dos días antes de que Estados Unidos desplegara su fuerza militar. Lagos sostuvo conversaciones con los principales líderes del mundo, entre ellos su correligionario de la tercera vía Tony Blair, quien, por su afinidad ideológica con el presidente chileno, había asumido la tarea de convencerlo de apoyar la invasión, al tiempo que George W. Bush intentaba hacer lo mismo con Vicente Fox. Ambos fracasaron.

En coordinación con México –el otro país latinoamericano en el Consejo de Seguridad-, Chile adoptó una posición equidistante entre los estancos bloques liderados por Estados Unidos y Francia, respectivamente. Vistas por separado, las posiciones de los países latinoamericanos eran moderadas; en conjunto, constituían una férrea oposición a la invasión y un apoyo de principio al multilateralismo de Naciones Unidas. En esto fue determinante el rol del embajador Juan Gabriel Valdés quien, por coincidencias de la vida, guardaba una estrecha amistad con su par mexicano, Adolfo Aguilar Zínser.

En términos prácticos, Chile nunca votó en contra de la invasión porque Estados Unidos no estuvo dispuesto a exponerse al veto francés ni menos a dejar en evidencia su incapacidad para concitar el apoyo de la sociedad internacional. Fue una semana antes de la invasión cuando Lagos comunicó a Bush –en una bien documentada conversación- que no contaría con su apoyo en Irak. En las semanas que siguieron, las relaciones entre ambos gobiernos se enfriaron, mientras en Chile diversos personeros y analistas (de izquierda, centro y derecha) lamentaban la innecesaria excesiva exposición del país en asuntos que no eran de su incumbencia… ¿Para qué meterse en las patas de los caballos con un tratado de libre comercio ad portas?

Contraviniendo los malos augurios y temores de muchos, Chile y Estados Unidos suscribieron el tratado pocos meses después, en una ceremonia de bajo perfil. Washington no podía castigar al Estado llave que le permitía marcar presencia en una región en la cual avanzaban con rapidez gobiernos con discursos anti-imperialistas. Los costos de no suscribirlo eran, al fin y al cabo, más altos para Washington que para Santiago. De no hacerlo, el Departamento de Estado se hubiera quedado sin política exterior hacia América Latina.

Con la perspectiva del tiempo a nuestro favor, la decisión de no apoyar la invasión resultó ser acertada al lograr concretar el tratado de libre comercio sin comprometer la mínima independencia que se espera de un país que dice ser soberano. Las aprensiones respecto a las potenciales consecuencias negativas que implicaría el oponerse a la invasión a Irak aparecen hoy como desmedidas al contrastarlas con los reales costos que debió asumir el país, los cuales, en la práctica, fueron virtualmente nulos.

Lagos no sólo fue quien tomó la decisión sino que también fue su diseñador e implementador, con el respaldo de un segundo piso que, de alguna forma, sustituyó a una Cancillería que no estuvo dispuesta a poner en riesgo las relaciones comerciales con Estados Unidos. Quien afirme que influyó de manera determinante sobre el Presidente probablemente exagera.

Por lo anterior, este caso es muestra clara del más importante déficit democrático que aqueja a nuestra política exterior: la excesiva concentración del poder decisorio en el Presidente de la República, quien dispone de las capacidades del Estado en el sistema internacional sin contrapesos institucionales significativos. A esto se suma la ausencia de un debate sustantivo sobre esta política pública bajo el amparo de un consenso espurio y conservador.

No obstante lo anterior, este episodio ha sido la más contundente demostración del compromiso del país con el Derecho Internacional y el multilateralismo, sentando un precedente trascendental para los países que, como el nuestro, carecen de los suficientes recursos de hard power para jugar un rol decisivo en la política internacional. No sólo las grandes potencias tienen algo que decir respecto al destino de la humanidad. Las potencias emergentes y, en especial, los países pequeños tienen la responsabilidad, en la medida de sus capacidades, de contribuir a la preservación del orden en la sociedad internacional y a que éste sea más justo.

 

Publicado en El Quinto Poder (24/03/2013). https://bit.ly/2Q3Z1wC 

[2012] Alumno de la UAH Cristóbal Bywaters Collado obtuvo el primer lugar en Concurso de ensayos sobre política exterior de Chile

El certamen se realiza por primera vez y es organizado por la Asociación de Diplomáticos de Carrera y el Instituto de Estudios Avanzados de la Usach.

Cristóbal Bywaters Collado, alumno de 5° año de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Alberto Hurtado, obtuvo el primer lugar en primer concurso de ensayos sobre política exterior de Chile “Embajador Jorge Berguño Barnes”, organizado por la Asociación de Diplomáticos de Carrera (ADICA) y el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), dependiente de la Universidad de Santiago de Chile.

La ceremonia de premiación se realizó el miércoles 4 de julio, a las 12:30 horas, en dependencias del Ministerio de Relaciones Exteriores y contó con la asistencia del presidente de ADICA, Francisco Devia, el director del Instituto de Estudios Avanzados de la Usach, Cristián Garay, diplomáticos, ganadores y menciones honrosas del concurso y sus familiares.

En la ocasión, Francisco Devia presidente de ADICA, destacó la importancia de este concurso que se realiza por primera vez. “Necesitamos que las personas aporten materias de debate y discusión en el área de las Relaciones Exteriores. Esperamos que el próximo año esta iniciativa se mantenga. Leí los trabajos ganadores y son realmente muy buenos”.

El certamen, creado en homenaje al recientemente fallecido diplomático Jorge Berguño Barnes, buscó promover la investigación y reflexión histórica sobre temas de política exterior y relaciones internacionales de Chile entre funcionarios y ex funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores chilenos, académicos y estudiantes de pre y postgrado.

El primer lugar lo obtuvo el ensayo “La posición de Chile en el debate en torno a la invasión a Irak en el Consejo de Seguridad en 2003” escrito por Cristóbal Bywaters Collado, alumno de la UAH, quien recibió un millón 250 mil pesos.

El segundo lugar fue para el trabajo “Antecedentes históricos, diplomáticos y científicos de los títulos de soberanía de Chile en el territorio antártico Chileno” de los diplomáticos Juan Cristóbal Marín Silva y María Stefanova Stefanova, quienes obtuvieron un millón de pesos.

Las menciones honrosas fueron para los ensayos “Cooperación tributaria internacional: La nueva frontera para diplomacia económica chilena”, de Joshep Preston Whitt; “La prioridad latinoamericana y vecinal en la política exterior del Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006)” de Andrés Aguilar Bustos; y “La política exterior del guerrero que todo lo mira” de Florencia Vargas Cánepa.

Publicado en Política y Gobierno (UAH) (07/08/2012). https://bit.ly/2CO2HPU